Un día excepcional el de ayer. Cuando padres depositan
confianza en un entrenador, para ser en el mar, responsables de sus hijos, cuando un entrenador tiene
confianza en sus riders para trabajar en una sesión de este tipo. Cuando riders como Vicente Romero y Carlos Lorenzo tienen
autoconfianza en sí mismos para entrar en un mar así... entonces tiene lugar un resultado como el de ayer.
Series de 4m que cerraban toda la playa, beachbreak sin canal de entrada, y lotería de bombas que te pueden cazar. Éstas eran las condiciones ayer. Aprovecho esta ocasión para mostrar lo
orgulloso que estoy de estos dos chicos. Se trata de una ola con fuerza,
muy potente, de tubos amplios. Muy frecuentada por surfers. Ayer estos
dos chicos estaban solos en el mar. Ambos tardaron menos tiempo en decidir ir al
agua que en cambiarse para hacerlo. Desde aquí les pido disculpas por obligarles a salir del agua, ellos me confesaron estar tranquilos, pero la llegada de la serie más grande del día me generó mucha inquietud. De ser por ellos se hubiesen quedado en el agua sin duda.
Mi más sincera enhorabuena a ambos.
Éste es el camino.
Vicente se hizo dos tubazos y bajó unas 3 olas más.
Tubeó, comió y remó miles de metros. Su trabajo físico se está notando, y mucho.
Carlos no tubo suerte con los tubos, sin embargo bajó alguna grande,
no dudó en golpear potentes lips. También comió la serie más pesada.
Aquí nos recuerda lo importante de hidratarse antes de una sesión asi.
El resto del grupo tuvo que conformarse con el siguiente entreanmiento del día, a base de unas olas de gran calidad pero de en torno a un metro de tamaño. Isa quería entrar pero no lo consideré oportuno, quizás dentro de un tiempo. Un día épico, para recordar con este post. Saludos a todos,