jueves, 24 de junio de 2010

Adoro las nubes y los glassys atlánticos.

Día lluvioso de Mayo. Una derecha pequeña, bien armada insultantemente glassy, como aceitosa. Un fotógrado aburrido en la orilla. Esto es parte del resultado. No volví a saber nada de este hombre. Su legado, uno de los tubos más largos que he podido disfrutar.




La diferencia entre hacer un tubo y correr por dentro de él es muy grande. Creo que la dificultad, en lo técnico reside en como balancearnos por dentro de él para correr y  en mantener los ojos bien abiertos a un posible cambio en la ola.
En el ámbito de lo mental, el recordar hacer un uso natural de la respiración durante el recorrido entubado, y conseguir concentrarse en ello fue una de las cosas que más me costaba en mis inicios. Quizás un reflejo innato, escrito en nuestros genes, explique por qué contenemos nuestro ciclo inspiración-expiración cuando, a pesar de disponer de oxígeno, nos vemos rodeados de agua.

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