martes, 12 de abril de 2011

Primavera. Empieza la temporada.



 Alberto Mosquera, captando la atención de E. Prados.



A las puertas de la temporada de campeonatos, el agua se caldea, como los ánimos de muchos. La competición no casa, en mi opinión, con el alma del surfer. La competición en el surfing es extraña, compleja, subjetiva y excesivamente comprimida. Recuerdo  haber realizado largos y caros viajes para 2 o 3 mangas de apenas 20 minutos. No podría entender algunos deportes sin la competición. No así el surf, deporte de alta carga espiritual, libre de rivales antropológicamente hablando.



Erika, en una sesión primaveral, entrenando para Pro Juniors.
Fotos: A REMOJO.

Sin embargo, los campeonatos de surf cada vez son más frecuentes. Aquí convergen estas dos caras del deporte. Si quieres competir, toca hacerse amigo de ellos; conducir cada kilómetro con optimismo, colocarse la licra con humildad, apretar los dientes en cada remada y sacar el mejor zumo de cada ola.


Gracias a todos por las visitas y comentarios. Hasta la próxima.

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